¡Oh Madre de Amor y misericordia!
Reina de los Ángeles y Madre del Salvador,
que tu presencia llene mi diario caminar,
que tu infinita caridad llegue a mí vida,
que tu amorosa generosidad me auxilie cuando sufra
y, sobre todo, que tu mediación ante el Señor
me ayude a solucionar mis carencias y necesidades
que como bien sabes son muchas y agobiantes.